jueves, 10 de abril de 2014

CONOZCAMOS A CAMILO MINERO

CONOZCAMOS A CAMILO MINERO

Camilo Minero nació en 1917, en Analco, hoy barrio San Sebastián, Zacatecoluca, Dep. de la Paz, Republica de El Salvador, C.A.

Camilo Minero surgió de manera inesperada; el deseo de pintar lo traía de nacimiento, dentro del alma. Su padre fue carpintero tallador, él mismo hacia los dibujos para sus construcciones de casas, y al mismo tiempo realizaban preciosos diseños de carrozas y carros de diferentes estilos para la procesión del “Niño de Atocha” que de 1917 a 1930 se veneraba con toda pompa en Analco.

El estimulo que incitó a Camilo Minero a pintar, fue a los 14 años, cuando observaba a Antonio Pineda Coto dibujar caricaturas y copiar los dibujos de las tarjetas que salían en cajetillas de cigarros o estampas de santos y vírgenes; pero antes Camilo, sin ser amigo de Pineda Coto, lo había admirado, porque en la escuela que dirigía don Damián Osorio, en Analco, Pineda Coto en los recreos modelaba muñequitos de barro. Camilo Minero recibió esa formidable inquietud artística que se ahondaba cada día, cuando veía dibujar a este muchacho artista zacatecoluquense.

El padre de Camilo al percatase de la vocación dominante de su hijo, y a instancias de Pineda Coto, que ya había conseguido entrar al taller del pintor y escultor, hijo de Zacatecoluca, Don Marcelino Carballo ( Carballo fue maestro de los pintores Pascasio González, Carlos Alberto Imery y de otros valores en el bello arte de la pintura), habló con el maestro Carballo, para que lo admitiese en el taller, ya que este tenia grandes deseos de aprender el oficio de pintor y escultor.

Casi cuatro años permanecieron en el Taller de Pintura de Don Marcelino Carballo. Pero siempre con la quijotada de ser artista y conocer amplios horizontes, decidieron partir, Pineda Coto y Camilo Minero, a San Salvador, dejando al maestro Carballo en Zacatecoluca, en su estudio el que alcanzó en aquellos días ser el único taller de pintura y escultura formado a su manera en el país, donde se impartían clases de pintura y escultura, excepto en la ciudad capital de San Salvador, donde ya funcionaba en forma oficial, desde 1913, la Escuela Nacional de Artes Gráficas.
Camilo Minero estudió dibujo más adelante en la Escuela Nacional de Artes Gráficas que entonces dirigía don Carlos Alberto Imery. Sin embargo, a pesar de su trabajo cotidiano de escenográfo en el Teatro Nacional, jamás disminuyeron las altas aspiraciones de destacarse como artista.

Fue uno de los fundadores de la “Sociedad de Pintores Jóvenes de El Salvador” y de los “Pintores Independientes”, De 1957 a 1960 estuvo becado en México, D.F. por el Gobierno salvadoreño; realizó estudios de pintura con el maestro Gutiérrez en el Instituto Politécnico Nacional, y grabado en el Taller de Gráfica Popular de la misma ciudad azteca. Ha viajado por los países de Centroamérica y Europa, Asia y Cuba. Fue Secretario y Presidente de JARDÍN DEL ARTE; Tesorero de la Unión General de Autores y Artistas de El Salvador “UGAASAL”; Socio-Fundador de CASA DEL ARTE.     
Siempre su pintura ha sido de expresión social, aun en los temas indigenistas y arqueológicos; su pintura simboliza la inquietud permanente que debe poseer el hombre, de superarse, de salir algún día de la ignorancia; que luche por ser hombre en el verdadero sentido de la palabra.

Actualmente trabaja su pintura casi especialmente en los temas del niño. El mismo manifiesta “que el niño es lo que mas conmueve su corazón aquí en la tierra”.
Su pintura en amarillos y de composición geométrica visible que ha adoptado desde hace muchos años en todas sus obras, se debe, según sus palabras: “Desde que estuve en México, becado por el Gobierno de mi país, los murales de Diego Rivera me impresionaron mucho, y quería analizarlos no tanto en su temática social que también intriga mi corazón, sino la composición geométrica que desarrolló el maestro Diego Rivera en sus obras. Siempre traté de estudiar esa composición en los murales, en libros y en forma objetiva, es decir, en teoría y en la práctica. Estoy convencido que para comprender la verdadera euritmia del arte es lo mejor, situarse ante los murales y obras de caballete de los grandes maestros.

De repente salí trazando diagonales, me salió como eje de expresión artística. Todos los artistas griegos, del Renacimiento, manieristas, neoclásicos y muchos más, trazaron líneas geométricas basadas en el equilibrio rítmico del hombre, es decir, en las medidas universales, con la variedad que la mayoría de ellos lo ocultaron como trazado, pero están subyacentes en el conjunto. Yo dejo esos trazados visibles, a veces en llenos y otras en vacíos como una sensación calidoscópica, en formas prismáticas o de luces quebradas, en busca de la cuarta dimensión.

Sobre el amarillo, si creo es una innovación de mi tradicional expresión estética. Todos nuestros pintores no  buscan los colores que los identifiquen ante otros pintores, excepto cuatro o cinco pintores que yo conozco; los demás emplean los mismos azules, celestes, rosados y verdes bonitos; el amarillo le tienen miedo. Extienden sobre la tela con algunas gamas de colores pintorescos y panorámicos, trabajan con tonalidades adormecedores, fríos y deprimentes.

Yo aplico los amarillos frenéticos, cálidos, los rojos vivos e irritantes que provoquen la furia y la cólera revelante; el blanco quiere decir paz; los anaranjados y los sienas son atenuantes, acordes de los amarillos. Presiento que esta explicación que planteo es muy corta, pero también es necesario recordar los límites de tiempo y espacio. Espero que algún día, desde luego pronto  escribir mis teorías pictóricas, basadas en mis propias experiencias.

La obra de Camilo Minero ha sido discutida por pintores y poetas, por las innovaciones que ha aplicado, tanto en el colorido como en la composición, también el sentido social de sus sentimientos.

Han comentado la obra de Minero, algunos comentaristas de artes plásticas, como ejemplo: Quino Caso, Jorge Lardé y Larin, Ricardo Rivera, Carlos Cañas, Ricardo Dueñas, Francisco Hernández Segura, Juan Pérez, Raúl Elas Reyes, Eugenio Martínez Orantes, Pablo Risa, Mario Hernández Aguirre, David Alfaro Siqueiros, Raúl Vides Morán, Luis Galindo, Miriam Calero de Martínez, ALDEF, Pablo de J. Márquez, Rogelio Sinan, Elías Castillo A., Dario Dossier, Jorge A. Cornejo, Héctor Armando Magaña, Serafín Quiteño, Mercedes Durand, Mauricio de la Selva, Clementina Suárez, Francisco Aragón, Dra. Matilde Elena López, León Plancarte Silva, Federico Rodolfo Pardo, Luis Gallegos Váldez, Danilo Velado, Italo López Vallecillos, Claudia Lars, Ricardo Trigueros de León, Salvador Pérez Gómez, Orlando Fresedo, Antonio Gamero, Pablo Antonio Cuadra, Julio Ernesto Contreras, Pedro Geoffroy Rivas, Ricardo Martel Caminos, Edmundo Valencia, José Enrique Silva, Horacio Rivas, Ricardo Bogrand, Dr. José Enrique Silva, Francisco Escalante, Armando Herrera, Mario Castrillo, Dr. David Escobar Galindo, y otros...

Escritores y periodistas que han divulgado la obra de camilo Minero por medio de fotograbados y grabados en páginas de Arte y Letras en diarios salvadoreños: Dr. Juan Felipe Toruño, del Diario Latino; Luis Mejía Vides, de la Prensa Gráfica; ALDEF, de la Prensa Gráfica; Ricardo Trigueros de León, de El Diario de Hoy; Luis Fuentes Hernández, de El Diario de Hoy; Pedro Geoffoy Rivas, de la Tribuna Libre; Jorge A. Contreras, de El Diario de Hoy; Ing. Enrique Altamirano, de El Diario de Hoy.





 





No hay comentarios:

Publicar un comentario