martes, 28 de septiembre de 2010

UN TRIBUTO A LOS CAIDOS POR UN SUEÑO SIN ALCANZAR ASESINADOS EN MEXICO

TU PARTIDA FUE CLANDESTINA, COMO PARA NO DELATAR LOS SUEÑOS


El silencio era espeso, como el dolor de partir, era tan espeso que por un momento sentiste que te ahogaba, que oprimía las palabras contra tu garganta y a penas quedaba espacio para sonreír y decir: Volveré…


Tu partida fue clandestina, como para no delatar los sueños que cada tiempo de comida gritaban y se hacían presentes en la tierna sonrisa de tus seres amados, por los que es impostergable la construcción de un mañana de esperanza y oportunidades…

Los sueños corrían como manantiales de aguas frescas… Ibas rumbo al norte, o al menos esos eran tus planes y las oraciones de los que te aman… Afuera de tu casa, en las pedregosas y polvorientas calles de tu colonia todos sabían de tu partida y de alguna manera te envidiaban… Ibas rumbo al norte, al tan anhelado sueño americano…

Cuando llego la hora de partir, esa que llega a pesar de nuestro deseo de no pensar en ella, te rodearon los seres amados…Los ojos de todos se llenaron de lágrimas… De esas que se hacen presentes sin ser invitadas y que sin palabras describen el profundo dolor del tiempo en el cual no se verán mas, ni se tomaran las manos que se marchan como miles lo han hecho antes y abandonan forzadamente ese sueño de patria…

Los abrazos fuertes y los buenos deseos se apoderaron de todo…Los limpios besos de las personas amadas marcaron tu mejía como surcos en las milpas que ya no sembraras…Como surcos para la milpa que no verías florecer mas, pues ibas rumbo al norte, al tan anhelado sueño americano…

Entre las lágrimas hubo tiempo y espacio para reír, me escribís cuando llegues, te acuerdas de la talla de mi zapatos, verdad?…La persona que mas te ama te apretó fuerte contra su pecho, como queriendo guardarte, para protegerte, quizás quería decirte aquí te quedas, en este lugar, a pesar de tu necesaria partida aquí te quedas…

Afuera los perros ladraban por el movimiento inusual en algunas casas donde también brazos jóvenes se aprestaban a partir rumbo al norte…

Cruzaste el umbral de la puerta y la luz de la luna te ilumino el rostro, todos quedaron a dentro como temerosos de verte partir, solo la persona mas amada te siguió hasta la puerta e iluminado por la luz de la luna te miro un tanto extraño y apretó fuertemente las manos como aprisionando tu recuerdo… Al perderse tu figura en la descuidada calle de tu colonia se aumentaron los sollozos y los recuerdos de cuando eras niño afloraron aumentando el dolor y empujando las lagrimas que rodaban por las mejías hasta rebotar contra el piso de la casa que comenzaba a sufrir tu ausencia…

En la calle principal te juntaste con otros, que serian a partir de ese momento tus compañeros de viajes, ya juntos caminaron hasta tomar el auto bus que los llevara hasta la capital y de ahí rumbo a la frontera, en el vecino país aguarda por ustedes el que los conducirá rumbo al norte…

Cuando cruzaron la frontera se les despedazo de dolor el alma, puta es que duele dejar ese pedacito que aunque no se tenga algo para decir mío, es donde hemos soñado la patria que no ha llegado a ser más que un sueño, pero igual duele saber que se deja por muchos años, por que se piensa volver, pero no tan luego.

Al adentrarse en el vecino país rumbo al norte se aumenta el dolor, pero toman forma los sueños, atrás queda lo que resta de los veinte y un mil de kilómetros cuadrados que un día formaron ese país que siempre se desea como patria… Halla junto al dolor del pueblo queda la tierra sembrada de medicina vencida y barriles repletos de millones de dólares, mientras los criminales, los socios de cuello blanco de las maras, amenazan con incendiar roma…

Junto a la miseria que te empuja al norte, queda la prepotencia y la injusticia de los opresores amenazando con quemarlo todo… No se puede separar tu partida de la injusticia que por siglos tú pueblo, nuestro pueblo ha sufrido de los poderosos.

Sorteando mil y un peligros llegaste miles de kilómetros lejos de tu tierra, ahí pegadito a tu objetivo final, el poderoso gigante del norte de donde emanan los designios del pasado y el futuro de tu pueblo que se ahoga en penurias… Es raro, huyendo de la pobreza y la injusticia estructural los hombres buscamos donde están los que mayor responsabilidad tienen de esta…

Ahí a pocos kilómetros de tu objetivo, los socios de los señores con sueños y practicas imperiales que hablan de quemarlo todo, te tomaron prisionero, nuevamente estabas bajo el control de los poderosos o de los servidores y socios de los depredadores de tu pueblo. Mientras tanto en las tierras donde se cobija tu pueblo, lo que resta de los veinte y un mil kilómetros cuadrados de tierra, los poderosos hablan de un instrumento moderno, de una visión distinta de desarrollo, compran y venden voluntades, se atrincheran en sus privilegios y elevan como siempre a la calidad de divino y designio de Dios su injusticia mientras los ministros religiosos que se beneficiaron de los bonos, contestan amen…

A pesar de lo generoso de la tierra el alimento es cada vez un privilegio a los que pocos tienen derecho, mientras los opresores vociferan las bondades del sistema y reclaman como logros democráticos la asistencia a las urnas periódicamente, aunque al final la cosa siga igual, unos en opulencia y la mayoría forzados a emigrar al norte o quedarse a morir por la pobreza o la violencia…

La violencia baña de sangre joven las calles, los que se unieron a las pandillas y los que no lo hicieron han teñido con su sangre los caminos de tu pueblo, mientras los fomentadores, los que encubrieron la formación de este ejercito de maldad, mientras montaban sobre yeguas de miles de dólares producto de su protección al narcotráfico, corren como zorras asustadas alegando persecución política…

En la asamblea las aves de rapiña disfrazadas de padres de la patria corren presurosos a proteger a los socios caídos en desgracias, consientes que su caída a presura la de ellos eternos protectores de injusticia…

Con la valentía que te caracteriza dijiste no a las propuestas de los sicarios que te tomaron prisionero en tu camino rumbo al norte, de alguna manera no era la primera vez que decías no a sumarte a la delincuencia, de hecho tu partida era un claro no a la delincuencia que creció a la sombra y consentimiento de los poderosos…

A diferencia de otras veces ahora si la delincuencia descargo contra ti su odio y te asesino cobardemente como lo hace diariamente con diez o mas hermanos de tu pueblo. Ensangrentado tu cuerpo fue la prueba del sufrimiento de los hijos de los pueblos golpeados por el sistema injusto impuesto y sostenido para privilegiar a un pequeño grupo.

Después de muchos tramites representado por hombres en cargos que no conociste, volviste a la tierra de donde los que te aman te vieron partir. Los que lloraron por verte partir se ahogan de dolor al verte regresar…

La persona que mas te ama estuvo ahí parada, ahogada en ese dolor que amenaza derramarse en lagrimas y recorrer ese rostro y revotar contra el suelo tal como la madrugada que partiste rumbo al norte, cuando tu silueta se perdió en la oscuridad de la madrugada mientras caminabas por la descuidada calle de tu colonia.

Como un tributo a tu muerte o a lo que fue tu vida volviste en vuelta en los colores que representa al país al que amaste y en el que soñaste con una patria, hombres que representan cargos aguardan tu descenso, muestran por ti el interés que necesitaste ayer al igual que hoy. Si pudieras hablar con valentía les dirías: El mejor tributo a mi muerte o a mi vida es que otros no recorran los caminos que me llevaron a encontrarme con la muerte tan lejos de donde naci. El mejor tributo para todos es que la miseria no muerda la vida.

Si pudieras decirles, si tuvieras vida…

Te conducirán al lugar de donde partiste para sembrarte en la tierra junto a tus sueños de una patria, apresuradamente unos lloraran por ti no tienen mucho tiempo de llorar, no es que no te quieran o que no sientan tu muerte, es que se preparan a partir rumbo al norte, tras el sueño americano.

La persona que más te ama permanecerá frente a donde depositaron tus restos y a la hora de partir entre sollozos dirá descanse en paz.

Perdón por no usar tu nombre, pero igual podrías haber llevado cualquier nombre de los hermanos de mi pueblo: Juan Flores, Carlos Pineda, Claudia Ortiz, cualquiera…

Que Dios te bendiga.

Francisco Pereira.

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