Tomados del ensayo “GEOGRAFIAS DESMENTIDAS” Sheila Candelario
Antecedentes.
• En 1995 la comisión sobre la Cultura y Desarrollo de la UNESCO declara que la cultural es la última frontera del Desarrollo. El eslabón perdido hacia la verdadera evolución económica social de naciones.
• Basado en el estudio sobre la relación entre la cultura y el desarrollo mundial, la conferencia de parís en el 2005, concluyo que la principal prioridad para el bienio era alocar el 62% de todos los recursos a proveer el programa de desarrollo comprensivo de políticas culturales relevantes a la diversidad cultural y la promoción del desarrollo sostenible de naciones necesitadas.
• El auge de estudios culturales ha dado nuevas teorías que dialogan con múltiples disciplinas incluyendo las ciencias sociales, humanidades, arte y filosofía del lenguaje. Todo está conectado, lo tangible e intangible de lo que pueda definirse como cultura se intercepta en lo político, económico, social y literario.
Que si es verdadero o falso estas afirmaciones no es el punto, lo importante es que la coyuntura actual demanda acción más que tratar de entender el por qué de los hechos, por ende requiere que el individuo común asuma un rol activo y participativo en el acontecer diario, para que a través de un aporte constructivo manifieste las necesidades de una colectividad más que individual y ajena a ideologías o partidarismos ortodoxos, con el fin de generar condiciones de cambio en procura de crear una mejor sociedad como legado a las nuevas generaciones.
Que se ha hecho como nación para dar cumplimiento a lo que la Unesco concluye sobre el programa de desarrollo comprensivo de políticas culturales, diversidad cultura y promoción del desarrollo sostenible.
Quienes Somos
• Somos el resultado de los efectos de las migraciones masivas impulsadas por la globalización
• Somos los nuevos imaginarios nacionales fragmentados, diseminados y descentrados que se crean desde las experiencias trasnacionales des-territorial izadas por la emigración.
• Sujetos producto del tiempo y espacio, inmersos en territorios culturales híbridos desde donde se reformula el sujeto nación y se negocia la re-territorialización de identidades migratorias.
• Somos una población de emigrantes dividida por clase, género, etnicidad, lugar de procedencia e historia de nuestras raíces para efectos estadísticos y/o estudio de parte de la sociedad de arribo la cual impone su hegemonía al des-dignificar, desvalorizar y someter al individuo al no reconocer su propia identidad cultural al homogenizar en una sola categoría: Hispano y/o Latino.
Bajo el pretexto de que solo así el individuo migrante podrán lograr una completa participación política y ciudadana.
• Somos aquellos cuyas sociedades de origen, nos niegan la ciudadanía política y cultural, basado en que la emigración se hace acompañar de un inevitable distanciamiento y una degeneración de la cultura originaria.
Somos hoy por hoy la Diáspora Hispana o latina:
Individuos provenientes de todas las regiones del continente americano que hacen de Estados Unidos de Norte América su nuevo hogar y al cual contribuyen a su desarrollo haciendo un aporte significativo social y económico. Somos los hijos pródigos de esas naciones, que no olvidan sus raíces.
Por lo tanto al margen de dos sociedades que niegan al inmigrante una identidad cultural y autónoma.
La cultura es una necesidad.
No hay mejor elemento cohesivo para sellar lazos de identidad entre individuos migrantes sin importar donde residan...
Manipulación de un imaginario cultural.
La hibrides en la cultura contemporánea es en ese sentido fundamentalmente un espacio de rebelión de aquellos que están culturalmente desposeídos o se sienten culturalmente desposeídos y que no solo se asientan en la hibrides como una fuente autónoma de identidad sino, más aun, como un reto a la apropiación cultural de los centros de poder de ambos lados.
Lo importante es lograr un dialogo genuino y no intercambiar un esencialismo por otro, especialmente dentro de circunstancias de desigualdad de poder.
La objetivación de la identidad diasporica no supera los prejuicios heredados de antiguas suposiciones de homogeneidad cultural nacional, sino que de muchas maneras sigue una lógica similar, ahora no al nivel de nación sino de translaciones desterriorializadas.
La cultura es una necesidad. No hay mejor elemento cohesivo para sellar lazos de identidad entre individuos migrantes sin importar donde residan... Manipulación de un imaginario cultural.
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