martes, 22 de febrero de 2011

Brigadier Vicente Filosola-Viejo Cagon-Lord Halmulh

Esta fue una pieza historica que yo compuse hace un monton de tiempo que habla de las proezas de don Chente.


DONDE CANTA EL TOROGOZ

Mejicanos era un lugar destinado a sufrir guerra. Localizado al acceso norte de San Salvador, era la ruta natural de invasiones. Allí, se nos dijo, peleo una acción desesperada el ejército rebelde salvadoreño que se vatio heroicamente con las tropas imperiales del emperador Iturbide venciendolas. Como sea, lo que allí ocurrió definió la naturaleza de nuestra historia, y nuestra relación con México a la que se acusa de haber saqueado e incendiado San Salvador.

Eran los años después de Trafalgar, donde las flotas Ibero-francesas fueron destrozadas por Nelson. La marina Inglesa le receto hambre al continente europeo con un bloqueo naval para hacer mas fácil el convencerlos a no doblegarce al Corzo. Napoleón Bonaparte, dueño de Europa, requería derrotar y ocupar Portugal, aliado de Gran Bretaña soberana del mar con su poderosa flota, para terminar este bloqueo. En 1807 se firma el Tratado de Fontainebleu entre España y Francia. El tratado permite el acceso de tropas francesas en suelo español para hacer posible el ataque en Portugal dado que una invasión por mar era inpractica debido a la flota Británica. La invasión se llevó a cabo muy rápidamente, pero las tropas francesas no se retiran del suelo español después de la caída de Lisboa. La excusa era que de esa forma se protegía la integridad territorial de España; y para asegurar que a la corona no se le olvidaran sus compromisos con Bonaparte. El rey de España es obligado a abdicar. El Motín de Aranjuez en marzo de 1808 abre el primer capítulo de la guerra para expulsar al invasor francés. El dos de mayo se alza Madrid cuando se conoce el plan de imponer un usurpador francés al trono. La guerra en España será una de las más largas y sangrientas de las campañas napoleonicas, una de sus características serán los excesos contra la población civil en represalia a actividades de grupos de partisanos envueltos en la guerra de guerrillas.

En el continente americano la invasión y ocupación de la península ibérica por Francia crea una crisis ideológica y política en el sistema colonial. ¿Como puede mantenerse una colonia Española cuando España no existe?

En Cádiz, único bastión de España Independiente, se organizan cortes y congresos para levantar el apoyo en las colonias, que irónicamente le dan una expresión democrática a la lucha para restaurar la monarquía. El resultado de esto es que eventualmente este mismo movimiento sirve como simiente de los procesos independentistas en la América Española.

Los mejicanos habían estado peleando una batalla desigual contra los ejércitos españoles en Nueva España, y no duda esto había despertado interés en la población civil de lo que entonces se conocía como la Capitanía General de Guatemala. Las noticias de como el padre Hidalgo fue derrotado y fusilado por los españoles y como aun así la lucha continuaba, motivaban no solo a criollos, sino también a mestizos e indios a incorporarse al movimientos independentistas. En Méjico, la lucha era de guerrillas, horrible en su violencia, y en crecimiento. La calma en la Capitanía General era solamente aparente. Es así que en la provincia de San Salvador el 5 de noviembre de 1811 un curita revoltoso de nombre José Matías Delgado y Fagoaga dirige la primera insurrección independentista en Centro América.

Manuel José Arce y otros ciudadanos prominentes que incluían al Guatemalteco Antonio Rivera Cabezas, los hermanos del cura Delgado Juan y Miguel; Nicolás, Vicente y Manuel Aguilar, Juan Manuel Rodríguez y Pedro Pablo Castillo, entre otros, se unen al movimiento. Aunque los libros de historia en El Salvador simplemente dicen que fue un intento fallido, lo que ocurrió tuvo una naturaleza de insurrección.

La madrugada del cinco de noviembre alguien se durmió, pero aun así, aunque tarde, las campanas de la Iglesia de la Merced empezaron a repicar y llamar al pueblo a la insurrección. Los rebeldes se tomaron los cuarteles, y repartieron al pueblo más de 3,000 fusiles así capturados.

Al esbirro Gutiérrez de Ulloa, intendente de San Salvador, lo fueron a traer de la cama, no lo encontraron al principio porque a él también lo despertaron las campanas, y andaba tratando de calmar a la gente. Termino con otros funcionarios del gobierno colonial en los calabozos. Que el levantamiento fue del pueblo es claro cuando se ve que aunque fueron los nombres de los famosos y no de la gente humilde que se unió al levantamiento los que conocemos, alguien tuvo que hacer uso de esos fusiles porque el asunto no se acabo ese mismo día.

En el parque Central de San Salvador Manuel José Arce declaro que el gobierno colonial español carecía de legitimidad después de la abdicación del rey Fernando VII, y proclamo: "No hay ni Rey, ni intendente, ni capitán general. Aquí le obedecemos a los alcaldes que nosotros elegimos."

Las acciones más importantes se llevan a cabo en San Salvador, pero el movimiento independentista se extiende, y las armas van a dar a las manos de otras comunidades que se unen al alzamiento en Santiago Nonualco, Usulután, Chalatenango, Santa Ana, Tejutla y Cojutepeque. Hay insurrecciones en Metapán en noviembre 24 y el 20 de diciembre en Sensuntepeque.

Pero sería erróneo clasificar el apoyo a la rebelión como universal. San Miguel y San Vicente no lo apoyan. Aislados del resto de la capitanía, sin más armas, municiones y sin más apoyo del resto de las provincias, los rebeldes, para evitar una masacre, entran en negociaciones que culminan con una delegación Guatemalteca tomando el control de la capital de la provincia rebelde. San Salvador sufre su primera ocupación extranjera. El nuevo Intendente, Coronel José de Aycinena, llega el 8 de diciembre con tropa y curas, para garantizar que se mantenga el régimen colonial y para que dios perdone, pero castigue, a los rebeldes. Aunque eso pareció resolver el problema, noticias de lo que había ocurrido en El Salvador, generan nuevos alzamientos en Nicaragua, el 13 de diciembre en León y el 22 en Granada. El llamar los eventos de Noviembre a Diciembre de 1811 como un "Primer Grito" niega la naturaleza insurreccional del movimiento.

En cuanto a los líderes, los españoles mataron a cuantos pudieron justificar y al resto los metieron en las cárceles. A Delgado se lo llevan para que se hiciera menos revoltoso en Guatemala, y termina de delegado de la asamblea provincial en Guatemala. Finalmente lo nombran director del Seminario Tridentino. Pero aun así sale de Guatemala a tiempo de participar en 1814 en el segundo alzamiento. El segundo intento tuvo aun más apoyo popular y fue reprimido con más violencia por las autoridades coloniales y le cuesta a Arce, el fundador del ejército salvadoreño, cuatro años de prisión.

En Febrero 24 de 1821 Iturbide, virrey de Nueva España, y los revolucionarios mejicanos que no habían sido asesinados por Iturbide, concluyen el conflicto armado en Méjico con lo que se conoce como el Plan de Iguala, o de las tres garantías, "religión, independencia, igualdad." En agosto 21 de ese mismo año, los españoles reconocen a Méjico en el tratado de Córdova. El nuevo gobierno imperial inicia el trabajo de zapa de lo que quedaba del régimen colonial español hacia el sur, tratando de conseguir que la Capitanía General de Guatemala también adoptara el Plan y se incorporara al imperio. "Méjico será todo", dice Iturbide y Guerrero, el Centro America no tendra más remedio que aceptar ser parte del Imperio. Mejico, según Iturbide, será constituido como una "monarquía moderada, con arreglo á la constitución peculiar y adaptable del reino;" en donde "todos los habitantes de la Nueva España, sin distinción alguna de [ser] europeos, africanos ni indios, son ciudadanos de esta monarquía con opción á todo empleo, según su mérito y virtudes…" Finalmente, y lo mas importante, que todos aquellos que se habían enriquecido robando tierra a los indígenas podían dormir tranquilos porque "sus propiedades serán respetadas y protegidas por el gobierno." El plan de las tres garantías asegura el cese al fuego en México, pero no concluye el conflicto.

Mientras que la gente decente debatía en Guatemala el hacerse parte del Imperio de México, un grupo de "indios y criollos igualados" declaraban su propia independencia el 15 de Septiembre de 1821.

La razón por la cual los centroamericanos y, más importante aún, los salvadoreños no ven nada bueno en una unificación bajo el yugo de Iguala es que los que se sentaban a firmar el acuerdo eran nada menos que los que habían fusilado a Morelos e Hidalgo, y a cuando guerrillero mejicano habían capturado por más de diez años que la lucha independentista en Méjico había durado. Iguala representaba un retroceso al movimiento popular, porque era esencialmente un movimiento pro monárquico.

Ignorando el deseo del pueblo Centroamericano, Iturbide y sus agentes en la Capitanía General adoptan el Plan de Iguala el 21 de Septiembre de 1821. Hay expresiones inmediatas de denuncia del acto y llamados a la resistencia.

En Enero 5 de 1822, el gobierno provincial de Guatemala hace oficial la anexión de los territorios de la Capitanía General al Imperio de México. El 11 de enero de 1822, el gobierno salvadoreño presidido por el todavía cura Delgado, protesta la decisión, forma el ejército salvadoreño que se organiza bajo la tutela del expresidiarion Arce, y se separa formalmente de Guatemala y México.

En Abril de 1822, el coronel Manuel Arzú al mando de tropas guatemaltecas, pero en nombre del Imperio, ocupa después de grandes combates las ciudades de Santa Ana y Sonsonate. Dos meses después de mucho guerrear, el 3 de junio de 1822 Arzú ocupa San Salvador después de una batalla que dura un día, y que se conoce como la Batalla de Mejicanos. Los guatemaltecos saquearon y asesinaron a quien pudieron. Pero una cosa es tomar, y otra muy distinta la de ocupar y mantener una presencia político-militar en una ciudad en rebeldía. El ejército Guatemalteco se retira en desorden hostigado por guerrillas salvadoreñas. Los Chapines dejan guarniciones en Santa Ana, Ahuachapán y Sonsonate, pero los salvadoreños retoman esas ciudades el 6 de junio de 1822.

Lo irónico resulta que estas operaciones militares que hoy se conocen como la Batalla de Mejicanos, fueron en realidad no contra Filisola y mejicanos, sino contra el Chapín Manuel Arzú. El asalto y toma de San Salvador en junio 3 de 1822 fue ejecutada por tropas actuando en nombre del imperio, dirigidas por y en su mayoría siendo guatemaltecos. Por otro lado aun cuando la batalla fue una victoria guatemalteca, es al final un triunfo salvadoreño a la larga porque lo que quedaba del ejército salvadoreño sobrevive. Aun así, la ciudad de San Salvador queda a merced de las tropas imperiales que la queman.

La retirada de San Salvador crea una crisis política en Guatemala que hace necesaria la ocupación de la misma por tropas Mejicanas. La segunda invasión de San Salvador es un secreto a voces.

En Julio 21 de 1822 Iturbide se declara emperador de los territorios desde "Colombia a Oregón." Nadie se molesto en pedirle permiso a Centroamericanos que ya habían demostrado su deseo de permanecer fuera del imperio

Los salvadoreños reorganizan y arman a su ejército en vista de la continua amenaza mejicana, pero saben que es cuestión de tiempo para que llegue la invasión. El pueblo es el ejército, pero un pueblo sin armas no tiene voz. Así que en diciembre 2 de 1822, con la invasión de tropas Imperiales a El Salvador inminente, una delegación diplomática salvadoreña dirigida por José Simeón Canas visita a Washington a proponer la unificación de El Salvador a los EEUU.

Los EEUU aun no estaban listos para invadir Méjico, eso vendría dos décadas después, y consideraron que la aceptación de dicha oferta seria provocativa y constituiría un acto de guerra contra Méjico. Una simple vista al mapa de los EEUU y a los acontecimientos en esa nación por aquellos tiempos dan una idea clara del porque San Salvador no se convirtió en un estado de la Unión. Primero, los EEUU habían sobrevivido apenas una guerra con Gran Bretaña que resulto en su primera derrota militar. Los británicos quemaron Washington, y destruyeron lo que quisieron hasta que como resultado de las guerras napoleónicas los británicos decidieron cesar las hostilidades. Por otro lado, España tenía aun conexiones y tratados con Méjico que no solo ligaban a las dos naciones, sino también a Gran Bretaña, aliada de España contra Napoleón. Es indudable que los mejicanos sabían de la presencia de la delegación diplomática en EEUU, y probablemente de las presiones en esa nación para permanecer neutral en el conflicto. Aun así, todos esperan, pero no por mucho.

Un nuevo ejerctio mejicano se prepara a invadir al mando de uno de los militares mas distinguidos en la historia de Mejico, Vicente Filisola. El Brigadier General Vicente Filisola nació en Ravello, Italia entonces parte del Imperio español en 1789. Se enlista en el ejército imperial español el 17 de marzo de 1804. Peleo en muchas de las batallas contra las tropas de ocupación francesas. En medio de esta guerra y ya como teniente, lo envían a las colonias en 1811 el año después del Grito de Dolores. Se hace amigo de Iturbide, que lo haciende en 1813 como capitán de artillería, y solo un año después a Capitán de granaderos.

El 7 de febrero de 1823, Vicente Filísola a las órdenes del ejército imperial mexicano irrumpió nuevamente en territorio salvadoreño y encontrando una tropa salvadoreña entre las comunidades de Ayutuxtepeque y Mejicanos entabla batalla. Esta última batalla se da en un lugar conocido como "La Cuestona", hoy calle a Mariona. Las tropas salvadoreñas se encontraban al mando del Coronel Antonio José Cañas, que había tomado el mando táctico del ejército porque su Comandante Manuel José Arce se encontraba enfermo. A los muertos los enterraron, según las leyendas locales, en la plaza de armas de Ayutuxtepeque. Los combates se extienden por dos días. El l 9 de febrero de 1823 los mejicanos entran a San Salvador después de intensos combates.

En esta segunda ocupación de la capital rebelde no hubo saqueo ni incendios, pero Vicente Filisola declara oficialmente la anexión de la provincia rebelde al Imperio de Méjico. El general Arce, que comandaba el ejército rebelde salvadoreño y ya capaz de viajar, escapa hacia los EEUU. Pocos meses después, el 19 de Julio de 1824, Iturbide es derrocado y ejecutado. Filísola, careciendo de la autoridad para mantener la ocupación, y en vista de la hostilidad de la población civil, convoca, como era su deber y obligación bajo la constitución mejicana, el Congreso Centroamericano, que declara la inmediata independencia de Méjico. Se retira satisfecho a Guatemala, donde resulta obvio que la presencia de un ejército mejicano no es estratégicamente posible. Los residentes de la Ciudad de Guatemala le pagan para que se vaya, y él lo hace pero manteniendo control sobre Verapaz, Chiapas y Soconusco.

Filisola haría años depuse, al mando de otro ejercito Mejicano, efectiva la retirada mejicana de Tejas; y seria a él, al que el General Santa Ana culparía por la derrota de San Jacinto y la independencia de Texas. Filisola muere de cólera en la Ciudad de México el 23 de Julio de 1850.

Los salvadoreños tenemos una tradición centenaria de rebelión. Cuando el ERP decía que "el pueblo armado vencerá" no era ni invento de ellos ni mucho menos propaganda. El fraude que es y continua siendo el mito de los mejicanos quemando San Salvador ha servido para ignorar lo que siempre ha sido el peligro fundamental al progreso centroamericano, que sigue estando en el lado nor-occidental del rio Paz.

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